Se limpian las uvas aprovechando sólo los granos enteros.
Se les quita el ollejo a todas y se vierten en un bol, menos un tercio de la uva moscatel con la que haremos un mosto, pasándolas por la batidora.
Tamizamos el mosto obtenido y lo dejamos enfriar. Mientras en una ensaladera hemos colocado y mezclado las diferentes uvas frescas, sin ollejos, con las pasas.
Rociamos sobre ellas el mosto en una cantidad que sólo bañe y espolvoreamos las nueces picadas.