Cortar la carne en trozos no demasiado grandes, quitándole los nervios y la grasa. Cortar el jamón del mismo modo.
Ensartar en un palillo un trozo de carne, una hoja de salvia doblada y un trozo de jamón. Salpimentar y meter en el vino blanco durante unos minutos para que coja algo de sabor.