Se limpian bien las chuletas, recortando la carne sobrante y el hueso del espinazo.
Ya preparadas, se mechan con unas tiritas de tocino, procurando que queden en el centro de la molla, sin que se vean las puntas.
Se espolvorean con sal y se ponen bien extendidas en el centro de una cazuela no muy alta, cuyo fondo se habrá untado previamente con un poco de manteca de cerdo.
Mientras se hacen las chuletas se limpian las judÃas, que se cortan en filetes delgados, partiendo cada una en tres o cuatro trozos a lo largo, se cuecen con agua y sal a fuego vivo, sin que cese ni un momento la ebullición.
Colocar las chuletas formando cÃculo en una fuente y en el centro las judÃas, bañando la carne con el jugo en que se cocieron y se sirven muy calientes.